El local fue reformado hace un tiempo, siendo más luminoso y amplio en la actualidad. La cocina es vista, por lo que podréis observar al chef y sus ayudantes trabajando. Es de destacar la bonita y cuidada "mise en place".
La carta de vinos no es muy amplia pero sí bien escogida. En cuanto a la comida, presentan numerosos platos peruanos con toque moderno así como cocina de fusión (nikkei).
Nos decantamos con el menú degustación, que incluye 7 platos y un postre. La comida estaba riquísima, muy bien preparada y presentada. Además hay opción de acompañar el menú con un maridaje de vinos muy interesante que incluye referencias tan dispares como un Jerez, un Rías Baixas, sake, un Rioja o un Pisco Sour.
El único problema fue la espera antes del último plato, un wok mar y montaña, por el que esperamos más de 40 minutos. Al parecer, cuando fuimos, parte del personal estaba en período de prácticas y de ahí la demora.
El menú se compuso de:
4.Langostinos, Chicharrón de calamar y Dim sum (servidos los tres juntos)
7.Wok
8.Postre
Los ingredientes de los platos varían según el producto de mercado. El servicio atento y la vajilla muy original. Pagamos por comer cuatro personas con tres maridajes devino y un pisco sour 134'5€. Volveremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario